Hace unas semanas resolví que mi locura era demasiado para mí sola, y que quizá sería conveniente compartir un poco de ella con un profesional de la salud mental, léase: retomé la psicóloga, (o psicoloca, como en realidad le digo). No en la cara por supuesto, más en casa y en la agenda. ("Jueves. 16 hs. PSICOLOCA").
El problema es que ahora cada vez que salgo de una sesión me autopremio con un chocolate. O un alfajor havanna. O una buena cucharada de dulce de leche.
Pasa que esto de ir y compartir mis neurosis con una desconocida que ni siquiera me cuenta las suyas a cambio no entra en la lista de cosas que más disfruto en el mundo. Entonces cada vez que salgo me felicito a mí misma con una buena dosis de endorfinas. Desde que tengo uso de razón hay un Mamushka a media cuadra de mi casa y nunca entré a comprarme chocolates para mí misma. Hasta este jueves. Que tuve psicoloca.
Un par de ideas respecto del problema en cuestión.
Psicoloca = salud mental
Psicoloca = no la paso del todo bien
Psicoloca= ¿mal necesario?
Chocolate= siempre la paso bien
Colesterol total al día de la fecha= 220
(Máximo permitido) =200
¿Salud mental vs colesterol?
Por ahora creo que voy a seguir con el esquema actual. Cualquier cambio les aviso.
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